#Natureaencasa Una pandemia entre los anfibios 

#Natureaencasa Una pandemia entre los anfibios

Ahora que nos encontramos en plena crisis por el coronavirus, es obligación mirar a nuestro alrededor y buscar hechos similares, aunque no análogos, que estén diezmando las poblaciones de otros seres vivos. Fijándonos en los anfibios europeos, descubriremos el grave problema de conservación  que padecen debido a un patógeno: un hongo llamado Batrachochytrium salamandrivorans está diezmando poblaciones de anfibios como las salamandras o los tritones.

Se cree que este hongo llegó desde Asia por el comercio de mascotas. El Batrachochytrium salamandrivorans devora la piel de los anfibios y les mata de forma fulminante. Para hacernos una idea de su peligrosidad, se detectó por primera vez en Holanda en el año 2008 y en menos de una década acabó con el 90% de la población de salamandras de ese país. Poco a poco ha ido avanzando por el continente europeo creando un estado de alarma generalizado en las charcas donde estos urodelos viven.

Salamandra (Salamandra salamandra) muestreada en Cantabria

En la península ibérica contamos con unas 30 especies de anfibios, y en Cantabria podemos localizar 13. Y, aunque de forma general no les prestamos mucha atención, la conservación de este grupo de vertebrados tiene gran relevancia para nosotros, pues son el grupo de cordados más amenazado del mundo y un bioindicador muy sensible de la calidad de un ecosistema.

Los guías del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel colaboran  con el grupo de investigación de la Czech University of Life Sciences, que desarrolla el estudio de varias poblaciones de salamandras y tritones del norte de España

Para conocer si Cantabria cuenta con poblaciones infectadas por el hongo, los guías del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel colaboramos con el grupo de investigación de la Czech University of Life Sciences, liderado por Jiří Vojar, y en el que trabaja el cántabro David Lastra Gonzalez. Este equipo de investigación desarrolla el estudio de varias poblaciones de salamandras y tritones del norte de España, entre ellas una población cercana al Parque Natural. Para comprobar la existencia del hongo, los anfibios se capturan con extremo cuidado para evitar contaminaciones en su piel, y se le frota la zona ventral con un bastoncillo que se marca y guarda para después analizar la muestra en el laboratorio. Una vez de vuelta a Praga, los investigadores recurren a técnicas como la PCR (tan de moda estos días para la detección del coronavirus) y buscan marcadores genéticos propios del hongo.

Toma de muestras en Tritón alpino (Mesotriton alpestris)

Aún no tenemos datos concluyentes sobre la distribución de la enfermedad en Cantabria pero sería de gran ayuda la participación ciudadana. Todos podemos arrimar el hombro de una manera muy sencilla, simplemente informando de la muerte de un anfibio en cualquier rincón de la región. Si nos hacéis llegar la cita de la defunción a santona@natureacantabria.com, indicando la fecha, el lugar, el número de ejemplares fallecidos y la especie en la medida de lo posible, sería de gran ayuda. Después nosotros le pasaremos todos estos datos al grupo de investigación y así entre todos quizá podamos poner remedio a este enorme declive por el que está pasando Europa.

Muestreo en un bebedero de ganado

Otra medida que se puede tomar, es recuperar los cientos de bebederos abandonados que hay en la región. Antaño utilizados para abrevar el ganado cuando salían de la cuadra después de ordeñar para ir a pacer al prado, y hoy abandonados a su suerte y en su mayoría secos. Estos espacios son vitales para los anfibios ya que en las zonas de aguas corrientes no pueden vivir y necesitan de estas áreas remansadas y tranquilas para su estancia.

Equipo de guías del Parque Natural Marismas de Santoña, Victoria y Joyel

       

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