#Natureaencasa Casas Forestales. La Casa Forestal de Saja
Cantabria cuenta con una larga historia en protección de los bosques. No hay que olvidar que en nuestra comunidad estaban los bosques reales con sus fusileros guardabosques… pero este no es el tema que nos va a ocupar hoy y nos centraremos en una de las infraestructuras asociadas a la guardería forestal: vamos hablar de Las Casas Forestales como elemento asociado los “guardas”.
Estas casas han pasado desapercibidas a lo largo de los años, pero antaño representaron un papel fundamental para muchos Guardas Forestales y sus familias, así como para peones forestales y en menor medida para los ingenieros de montes. Todas son profesiones relacionadas con el cuidado y correcto aprovechamiento de nuestros montes, ríos y de los animales que en ellos habitan.
En muchos rincones de los montes de nuestro país se esconden antiguas Casas Forestales, en ocasiones abandonadas (la casa forestal más antigua que se conoce se remonta al año 1827, sus ruinas aún permanecen en el Pirineo Navarro). Son construcciones de distintos tipos, con arquitectura y materiales muy diferentes, pero todas tenían en común el hecho de ser la vivienda habitual del Guarda y de su familia, y en ocasiones, de los ingenieros de montes. Siempre se construían en lugares con buenas vistas, desde donde los Guardas podían vigilar el monte sin dificultad. Se construían sobre terreno seco y lejos de aguas encharcadas, pero cerca de algún arroyo, río o manantial de agua permanente. En cuanto a su distribución interior, debía cubrir las necesidades de una vivienda, además de tener pajar, cuadra, y cochera para los ingenieros.
¿Cómo reconocer una Casa Forestal?
Hay un detalle que nos confirmará, sin lugar a duda, que una construcción se trata de una casa forestal: el escudo. Existen numerosos diseños, según la época, ya que estamos hablando de más de 130 años de Historia y que incluso hay ayuntamientos con Agentes Forestales propios (como Zaragoza o Tarazona). Sin embargo, todos representan básicamente lo mismo a diferencias de algunos detalles que se cambian o varían en las ramas, la corona, la figura geométrica o el color en el que se incrustara el escudo…
Pero sin duda lo que no ha cambiado desde sus inicios ha sido el hacha y el zapapico, dos herramientas tradicionalmente utilizadas por los Guardas Forestales: el zapapico a la derecha y el marco-martillo real (con hacha) a la izquierda. La pérdida o robo de esta última suponía la peor de las vergüenzas y humillación para los guardas. Estas herramientas tan importantes se utilizaban para marcar leñas, troncos y tocones de los árboles cortados y aprovechados legalmente. En ocasiones también se usaban para defenderse y hacer valer su autoridad en el monte frente a leñadores ilegales y cazadores furtivos.
En el caso de la Casa Forestal de Saja rodean las herramientas a modo de círculo: una rama de roble con su fruto, las bellotas, y una rama de pino con sus piñas, y en la parte superior del escudo la corona real ensalza su significado. Las ramas representan el ánimo fuerte y constante, la nobleza y buena fama. En otros escudos podemos ver una rama de roble y otra de laurel.
Hoy día, este escudo (distintas versiones del mismo), además de en las casas forestales, podemos verlo en los uniformes de los Técnicos Auxiliares del Medio Natural (los Guardas Forestales). Éstos son los agentes de la autoridad, responsables de la vigilancia, control, custodia y policía de la flora y fauna silvestre en los Espacios Naturales Protegidos y todos los Montes de Utilidad Pública.
Otro aspecto a tener en cuenta para reconocer una casa forestal es la ubicación. Gran parte de las casas forestales están situadas en plena naturaleza, rodeadas de árboles y cercanas a los ríos. Y la mayoría de ellas son construcciones hechas de piedra y madera.
La vida en la Casa Forestal de Saja
La Casa Forestal de Saja acoge actualmente, como ya hemos comentado, al Centro de Interpretación o Casa del Parque Natural Saja-Besaya. Está situada a las afueras del pueblo de Saja, en el municipio de los Tojos, junto a la carretera que sube al Puerto de Palombera (CA-280). En el mojón que indica el km13, nos sorprende una casona grande y muy bonita, construida con piedra de mampostería, arcos y esquinales de sillería, y solana de madera, todos ellos rasgos propios de la arquitectura montañesa de hace ya algunos cientos de años (S.XVII).
Contaba con una cuadra para el ganado, cubil para criar cerdos, pajar, almacén y cochera, incluso con un huerto donde cultivar las hortalizas necesarias para abastecer a una familia.
Su construcción finalizó en el año 1947 y desde entonces varios Guardas Forestales, junto con sus familias, han ocupado este edificio.
Durante una temporada fue el Guarda de pastos de la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga el que vivió en esta casona. Los fríos y largos inviernos hacían dura la vida en este lugar, en una época en la que no tenían algo tan común para nosotros como es la luz eléctrica, calefacción, agua corriente, teléfono, internet…etc. Con el paso de los años y el cambio de necesidades, el último Guarda Forestal y su familia se fueron a vivir al pueblo de Saja, y a partir de ese momento la Casa cae en el olvido y el abandono propio de todas las cosas que dejan de utilizarse.
Durante diez largos años permaneció deshabitada, como si entrase en un sueño profundo en el interior del bosque de Saja, pero nuevos sucesos consiguen despertarla y darle vida para la posteridad. De la mano del director de cine Manuel Gutiérrez Aragón , cántabro nacido en Torrelavega, se rodó en el año 1984 el largometraje titulado “Feroz”, en cuyo reparto se encontraba el reconocido actor Fernando Fernán Gómez.
Años después y en el entorno inmediato del edificio sabemos que se rodó otra película y, de nuevo, entró en el abandono hasta su reconversión como actual Centro de Interpretación y acogida de visitantes en el Parque Natural Saja-Besaya. De este modo el edificio queda adaptado a las nuevas necesidades que se dan en este Espacio Natural Protegido.
Desgraciadamente, en el año 2005, dos días antes de su inauguración como Centro de Interpretación fue incendiada (la Guardia Civil se encargó de la investigación y capturaron a los causantes del atentado). Este enorme incendio dañó toda su estructura y aún se puede ver su huella en algunas de las piedras del edificio. Finalmente se reconstruyó manteniendo sus paredes exteriores y acondicionado el interior como actualmente lo conocemos.
Equipo de Guías del Centro de Interpretación del Parque Natural Saja Besaya