El lago Brenavinto
Con la llegada de la primavera, es común que se produzca el deshielo, y la nieve acumulada en las cumbres más altas comience a derretirse por el progresivo aumento de las temperaturas. Este hecho, acompañado de las abundantes lluvias típicas de esta estación del año, nos obsequia con uno de los espectáculos más curiosos del Parque Natural de los Collados del Asón.
Muchos estaréis pensando que nos estamos refiriendo a Cailagua, la cascada que forma el Nacimiento de río Asón, sin embargo, hoy le robamos el protagonismo a la cabellera de la Anjana para hablar del Lago Brenavinto.
Es cada vez más habitual, sobre todo ahora en Semana Santa y en la época estival cuando aumenta la afluencia de visitantes a nuestro Centro de Interpretación, recibir usuarios en busca del famoso lago que han visto en fotografías, sin embargo, la gran mayoría de los visitantes, ajenos a su origen, desconocen que realmente no se trata de un lago sino del poljé de Brenavinto.
Pero ¿Qué es un poljé?
La palabra “polje” proviene de la etimología eslava y significa “estepa”, para definirlo podríamos referirnos a él como a una amplia depresión cerrada de origen kárstico (resultado de la acción erosiva del agua como disolvente sobre las rocas sedimentarias), enmarcada por paredes escarpadas y con un fondo plano cubierto por materiales finos sedimentarios.
Su origen suele ir ligado a factores litológicos y a la presencia de roca caliza, pero también estructurales, pues suelen coincidir con algún accidente tectónico, como líneas de falla o bloques hundidos.
En este ambiente calizo los materiales de relleno suelen ser arcillas de descalcificación. Con el agua de lluvia la roca caliza pierde los carbonatos por disolución, mientras los componentes no carbonatados e insolubles de la roca, impurezas de pequeño tamaño, quedan acumuladas en el fondo. Esa acumulación da lugar a la formación de suelos ricos en sustancias minerales y metálicas, que son de provecho para los usos agrarios y ganaderos.
Esta depresión está atravesada por cursos fluviales que recogen el agua de lluvia y se introducen en el subsuelo a través de sumideros o ponors. El poljé puede inundarse temporalmente en épocas en las que el aporte de precipitación es muy elevado si el agua superficial rebasa la capacidad de desagüe del ponor o si se eleva el nivel de las aguas subterráneas, dando lugar así a la formación de un lago.
El poljé de Brenavinto tiene un origen glaciokarstico. Esto quiere decir que su morfología es debida a la acción encadenada de dos agentes de modelado: el hielo y el agua. El primer modelado del valle de la Posadía, (lugar del Parque Natural en el que se encuentra Brenavinto), corresponde a la actividad fluvial. Con anterioridad al desarrollo de los episodios glaciares, una red superficial habría elaborado el valle, que comenzó a ser fosilizado por los procesos de karstificación. Más tarde durante las últimas glaciaciones el glaciar habría incidido sobre el lecho por sobreexcavación. Este fenómeno está ligado al modo en que se desarrolla una lengua glaciar que tiende a acentuar los accidentes del relieve. El hielo es muy eficaz en el desalojo de fragmentos cuando estos han sido previamente fisurados y movilizados por la actividad de otros procesos, pero no resulta tan eficiente su actuación sobre grandes masas de rocas no fragmentadas. Una vez retirado el hielo, el agua culmina el proceso de modelado desmantelando las morrenas laterales y generando nuevos aportes sedimentarios para el fondo del poljé.
Dentro de nuestro programa de rutas guiadas, la gran mayoría de las que recorren el Parque Natural, atraviesan Brenavinto, pero no por ello, todos nuestros usuarios han podido contemplar el poljé inundado, puesto que como hemos comentado se trata de un episodio esporádico y de poca duración en el tiempo. De hecho en ocasiones, al inicio de una actividad a nuestro paso por el Alto de la Posadia, lo encontramos completamente inundado, y sin embargo al regresar pocas horas más tarde, observamos incrédulos como el lago ha desaparecido como si de un truco de magia se tratase.
Dentro del territorio del Parque Natural, existen además otros dos poljes con características similares. Son Brenaroman y Brenalengua, dos extensas llanuras también atravesadas por cursos fluviales, y que al igual que Brenavinto, poseen en sus nombres el prefijo “Brena”, palabra que proviene del léxico cántabro popular para designar así a los primeros brotes de hierba que aparecen después de la siega.
En este caso, podríamos relacionar la presencia de este prefijo en sus nombres, con la abundante fertilidad de los suelos que presentan estas formaciones, puesto que, como ya hemos comentado con anterioridad, su composición fundamentalmente está dominada por arcillas de descalcificación (también conocidas como terra rossa), que al ser un producto de la disolución de la roca caliza, origina un sustrato propicio para que germine fácilmente la hierba donde echar a pacer el ganado.
No muy lejos del Parque Natural de los Collados del Asón, en el cercano valle de Ruesga, se encuentra otra de estas formaciones, el poljé de Matienzo. Desarrollado sobre calizas cretácicas, se trata del poljé más importante de Cantabria y es una de las mejores representaciones de este tipo de relieve kárstico que existen no solo en España, sino en Europa, por ello no es de extrañar que esté catalogado como Punto de Interés Geológico por el IGME.
Estas características formaciones, estén o no cubiertas de agua, forman parte de la gran riqueza geomorfológica que puede apreciarse en los Collados del Asón, convirtiéndose en uno de los principales atractivos de nuestras actividades guiadas.
Equipo de Guías del Alto Asón.