El águila pescadora, un símbolo de lucha de la conservación de aves rapaces
El Águila Pescadora (Pandion Halietus), simboliza la lucha de la conservación de las aves rapaces y su hábitat ya que, no todos los días tenemos la oportunidad de recuperar una especie extinguida en la Península Ibérica.
Esta ave se caracteriza por su color marrón oscuro en las partes superiores de su cuerpo, exceptuando la cabeza que es blanca con un antifaz oscuro. Pecho blanco, con unas pequeñas manchas, los ojos amarillos y el pico muy afilado con cera gris-azulada. El antifaz empieza en el pico y se une al dorso pasando por la zona ocular.
El águila pescadora se distribuye por todos los continentes, a excepción de la Antártida.En el Paleártico, el grueso de la población se distribuye por el norte de Europa y Rusia. En el Mediterráneo occidental nidifica en las islas Baleares, Córcega, norte de Marruecos, Argelia y Túnez, con una población muy escasa estimada en 62-70 parejas. En España continental desapareció como reproductor a principios de la década de los 80 del pasado siglo XX, aunque en el año 2005 se ha vuelto a reproducir una pareja. Los núcleos españoles han quedado reducidos a las Islas Canarias y Baleares, con una población de 29-36 parejas que, en los últimos 4 años ha sufrido un ligero retroceso después de un periodo de recuperación.
Durante la época migradora pueden observarse ejemplares en cualquier zona de España, especialmente las que pueden ser aptas para la pesca (marismas, embalses, ríos…), llegando a invernar en algunas zonas favorables de Extremadura, delta del Ebro y sur de España como Alicante, la costa y embalses gaditanos y la costa de Huelva.
En la Cornisa Cantábrica desde hace unos diez años se vienen observando la invernada en Estuarios como el de Guernica, Asón, Bahía de Santander, San Vicente de la Barquera, Villaviciosa o la ría de EO.
Esta rapaz se alimenta exclusivamente de peces vivos que captura en aguas dulces, saladas o salobres. La captura de otras presas es excepcional y accidental. Los peces más pequeños suelen medir unos 10 cm y los mayores unos 60 cm y pesan entre 100 y 610 gramos. Las especies más depredadas son las que se mueven cerca de la superficie, como la Lisa o el Róbalo.
Durante el vuelo de pesca, ciclea y se cierne a poca distancia del agua. Una vez localizada la presa se lanzan sobre ella desde el aire en un acusado picado. En el último momento adelantan las garras las cuales se sumergen en el agua. También puede pescar desde posaderos.
Cuando llega la época de nidificación, las poblaciones migrantes del norte de Europa empiezan a llegar a los territorios de nidificación a partir de finales del mes de marzo y principios de abril. El nido suele reutilizarse cada año, llegando a tener dimensiones considerables, Sobre árboles o tendidos eléctricos. La puesta suele ser de 3 huevos, el primer vuelo tiene lugar a partir de los 50 días. En la Costa Cantábrica desapareció como nidificante en los años 60. Hoy existen varios proyectos para su reintroducción.
En cuanto a la migración, los ejemplares del norte de Europa son migrantes transaharianos. Pasan el invierno en la África tropical, aunque cada vez más ejemplares invernan en la Península Ibérica. Durante la migración, el paso por la Península es frecuente, aunque no hay concentraciones tan importantes como de otras rapaces en el estrecho de Gibraltar, debido a que puede migrar directamente sobre el mar sin depender de las corrientes térmicas. La llegada de los primeros ejemplares al Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, se produce el 1 de Septiembre, y suelen permanecer de una semana, hasta seis meses, como hemos podido comprobar en más de una ocasión. Los ejemplares que recibimos, proceden en su mayoría de Suecia, Alemania e Inglaterra.
El águila pescadora corre diversos peligros debido a la contaminación de los peces de los que se alimenta, la caza furtiva, el choque con tendidos eléctricos y la reducción de los humedales costeros, son algunas de las causas que determinan la supervivencia y futuro de esta ave.
El águila pescadora, emblema de lucha de la conservación de aves rapaces.
Texto: Equipo de guías del Parque Natural Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Fotos: Juan José Aja