#Natureaencasa – El anillamiento científico de aves
La migración de las aves, es un acontecimiento espectacular y desde tiempos remotos ha fascinado al ser humano; que, se preguntaba ¿de dónde vienen?, ¿a dónde van?,… Aunque estos interrogantes se mezclaban con otros como ¿cuántos años viven?, ¿ocupan siempre los mismos territorios?, y así, un largo etcétera.
La forma que se le ocurrió a los científicos para responder todos estos interrogantes fue marcar de forma individualizada las aves mediante un sistema de anillas colocadas en las cañas de sus patas que permitiera su lectura, a modo de DNI. Estas anillas son de aluminio y llevan una inscripción de números o letras o una combinación de ambas.
El danés Mortesen en el año 1899, fue el primer científico en utilizar este tipo de marcas. Poco a poco se fue extendiendo su uso por Europa y España, donde en la década de los años 50 se creó el Centro de Migración de las Aves, dependiente de la Sociedad Española de Ornitología. Y en 1963 el Banco de Datos a nivel Europeo, denominado EURING.
Este método se basa en la recogida de datos por captura-recaptura. Esto quiere decir que tenemos que coger ejemplares de aves, ponerles la anilla, y que después sean recapturados en otro lugar o año. Los lugares donde se capturan se denominan estaciones de anillamiento y a parte de proceder a la instalación de la anilla, se toman una serie de datos muy útiles para conocer el estado de las poblaciones: medidas del ave, peso, contenido de grasa, sexo, edad,…
El marcaje con anillas se ha convertido en el método más habitual aunque en los últimos años se han ido desarrollando nuevos métodos de marcaje en función de las especies de aves estudiadas: discos nasales para ánades, imperdibles alares para grandes rapaces y buitres, anillas de colores en el cuello de gansos y en los tarsos de las patas de cigüeñas, grullas, ardeidas, limícolas y gaviotas. Estas marcas se les colocan a los pollos antes de su primer vuelo cuando aún están en el nido para causar el mínimo perjuicio a las aves. La gran ventaja de estas otras marcas, frente a las anillas de aluminio, es la posibilidad de lectura a distancia con unos prismáticos, lo que ayuda en gran medida a la toma de registros de observación.
Los avances tecnológicos han facilitado mucho el seguimiento de ejemplares con dispositivos de radio-tracking vía satélite. Desde nuestra casa a través de un ordenador, podemos seguir en tiempo real los pasos de los individuos marcados. Estos dispositivos se ponen a modo de mochila en las aves, no causando ninguna molestia para el desarrollo de su vida.
En última instancia, cabe señalar, que el anillamiento científico aporta un conocimiento extraordinario para la conservación de las especies y sus hábitats.