Berrea y consejos para observar la naturaleza
La berrea es como se conoce popularmente al periodo reproductivo del ciervo (Cervus elaphus). Durante éste periodo los machos emiten un sonido gutural característico, llamado berrido o bramido, ante la atenta mirada de las hembras en celo. Es este sonido el que popularmente da nombre a todo el celo.
El ciervo tiene un marcado dimorfismo sexual, siendo los machos de mayor tamaño y portando cuernas, como principales características diferenciadoras.
La especie, no está presente en toda Cantabria aunque se distribuye por casi toda la península Ibérica. A principios del siglo XX sufrió una importante disminución de su área de distribución y en muchas zonas del territorio nacional fue necesaria su reintroducción. A partir de ahí el Parque Natural Saja-Besaya y aledaños se ha convertido en un área de referencia para el avistamiento del ciervo. Las características propias de esta zona de Cantabria como la orografía, el clima y la disponibilidad de alimento lo han hecho posible. En la actualidad es una de las especies cinegéticas más apreciadas de la región y así lo ha sido históricamente, con un importante arraigo de su caza.
Con la llegada del otoño comienza el celo, las hembras comienzan a ovular y los machos se encuentran en su apogeo. Los machos se disputan el dominio del territorio y así asegurarse el mayor número de hembras posibles para la cópula, en lo que es un periodo estresante y extenuante para ambos.
Como cualquier especie animal, el ciervo, necesita tranquilidad para poder llevar a cabo su ritual de apareamiento y defensa de su “harem”. Es, por el contrario, en este momento en el que más personas se lanzan a la búsqueda y observación de estos cérvidos. También a escuchar el característico sonido que emiten en la oscuridad de la noche. Durante estos días es cuando más alto y frecuente es su sonido de intimidación, el bramido, que retumba en lo profundo de los bosques y valles del parque natural.
Las propias características del parque hacen que la observación sea más dificultosa, al tener amplias zonas forestales, laderas y vallejos para ocultarse. Además durante la entrada del otoño son frecuentes las nieblas y lloviznas en las zonas altas por lo que los ciervos quedan ocultos.
Durante nuestra actividad “ecodidáctica” de “la berrea” introducimos al visitante en el conocimiento de este ritual y en la escucha y observación respetuosa, manteniendo siempre una distancia y silencio necesarios para no alterar el comportamiento de los animales observados.
El desconocimiento de las reglas básicas del buen observador de la naturaleza puede hacer que los animales se espanten y se interfiera en su apareamiento. “La berrea” en un proceso natural que busca la perpetuación de la especie y la selección natural. Por otro lado aunque no toleran la presencia humana cercana, ya que son animales totalmente silvestres, no deja de tener cierto peligro el encontronazo con algún macho dominante que se sienta agredido. En estos días los machos dominantes poseen unas imponentes cuernas y un peso de hasta 160 Kg, mostrándose muy agitados hormonalmente y agresivos. Los machos se afanan y gastan todas sus energías en el marcaje y control de su territorio echando a cuantos “intrusos” encuentran a su paso. Toda esta actividad les hace acabar el periodo exhaustos, con lesiones y llegando a perder un volumen importante de su peso.
Berrea y consejos para observar la naturaleza:
- Por seguridad camina por las pistas forestales y sitúate en lugares visibles. En esta época del año, tiene lugar la caza del ciervo en rececho y la caza del jabalí. En la reserva regional de caza de Saja.
- No se permite circular con vehículo a motor por las pistas salvo autorización expresa. Disfruta de la berrea caminando en silencio.
- Es importante utilizar prismáticos o telescopio para una correcta observación de la fauna silvestre y mantener siempre una correcta distancia prudencial con la finalidad de no ocasionar molestias a los animales.
- El uso de reclamos sonoros altera el comportamiento natural de los ciervos. Recuerda que no está permitido.
- Procura pasar desapercibido, no hagas ruidos innecesarios para no interferir en el ciclo vital de la especie. Los focos luminosos excesivos también perturban a la fauna. Es un periodo reproductivo que debemos respetar.
- Respeta el entorno natural que visitas y no arrojes residuos.
Os dejamos además un vídeo para que conozcáis mejor esta práctica.