El cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis)
Los cormoranes moñudos que se reproducen a lo largo del mar Cantábrico pertenecen a la subespecie nominal Phalacrocorax aristotelis aristotelis que se distribuye por el norte de Europa desde la península de Kola en Rusia hasta el cabo San Vicente en la costa atlántica de Portugal.
¿Cómo son?
Los cormoranes moñudos son aves buceadoras con pies palmeados, plumaje negro y pico largo y robusto. Pesan cerca de 2 kg, tienen una longitud de 65-80 cm y una envergadura de 90-105 cm.
Los cormoranes moñudos adultos (foto 1) presentan un plumaje negro con destellos verde-azulados en sus plumas, mientras que las crías (fotos 2 y 3) son de color grisáceo con plumas blancas en el pecho, los juveniles (foto 4) presentan un plumaje oscuros en el dorso y blanquecino en el vientre. El nombre común de la especie en castellano se debe al “moño” de plumas de la cabeza, presente en los adultos durante la época de cría.
Se alimentan de peces que capturan durante inmersiones en el mar que pueden durar varios minutos, normalmente en profundidades que varían de los 7 a los 30 metros, no muy lejos de la costa. Como es típico en aves buceadoras, los cormoranes presentan membranas interdigitales (foto 5), es decir, pies palmeados y la posición de las patas está muy retrasada respecto al abdomen, permitiéndoles bucear (foto 6) a gran velocidad para capturar a sus presas.
El cormorán moñudo no es una especie migradora, al contrario que el cormorán grande Phalacrocorax carbo, aunque sí realiza movimientos de dispersión de varias decenas o centenas de kilómetros respecto a su colonia de nacimiento, se han observado cormoranes moñudos anillados en las colonias de Asturias en zonas de Cantabria y País Vasco. La población de España y Portugal comprende el límite meridional de cría en Europa y se encuentra prácticamente aislada del resto de las poblaciones europeas, la siguiente colonia más cercana está situada en la Bretaña francesa a unos 500 km al norte. Esta particularidad ha llevado a los investigadores a estudiar el posible desarrollo de diferencias fenotípicas (por ejemplo, color del plumaje) entre los individuos peninsulares y del norte de Europa.
Colonias
Los cormoranes moñudos crían en las repisas de los acantilados e islotes de la costa de Cantabria (foto 7 y 8), siendo las principales áreas de cría los acantilados de Saltacaballos y Monte Buciero, en la zona oriental, y los islotes de la Conejera y la Pasiega, en la zona occidental, aunque está presente a lo largo de toda la costa. En el Cantábrico los adultos comienzan a ocupar los lugares de cría a finales de diciembre o principios de enero, realizando las puestas a finales de febrero o primeros de marzo, si bien las fechas de puesta son muy variables, incluso dentro de la misma colonia. El periodo de incubación es de 30 días y las crías pueden volar a los 50 días aproximadamente.
Pequeñas rocas situadas en las zonas bajas de los acantilados sirven de posaderos para los cormoranes moñudos, siendo además estas zonas usadas a modo de “guardería” (agrupaciones de pollos volanderos en ciertas zonas cercanas a las colonias), de gran importancia para la supervivencia durante esta etapa.
Estado de conservación
La población española de cormorán moñudo de la subespecie atlántica Phalacrocorax aristotelis aristotelis ha disminuido de forma alarmante en los últimos 10 años, alrededor de un 40% en las colonias de cría en las Rías Bajas, debido sobre todo a la captura accidental de aves adultas por las redes de pesca. Las perspectivas de cara al futuro no son demasiado halagüeñas, se calcula que de aquí al 2024 la población en su totalidad habrá disminuido más de un 40%. La población española está alrededor de las 2000 parejas reproductoras, un 3% de la población mundial, casi la mitad cría en el Parque Natural de las Islas Atlánticas. Está catalogada a nivel estatal como especie EN PELIGRO dentro del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas de España.
La población reproductora actual de cormorán moñudo en Cantabria es de 90 parejas aproximadamente y cada pareja tiene una puesta media de dos huevos, variando de uno a tres huevos. Su éxito reproductor está entorno a un pollo volado (pollo capaz de volar y ser independiente) por cada pareja. La población presenta una tasa de crecimiento anual de 0,8% aproximadamente, siendo el porcentaje de fracaso reproductor del 40%. En 2010 se estimó una población total entorno a los 350-400 individuos (adultos, juveniles y crías). La población escasa, el bajo éxito reproductor, la escasa tasa de crecimiento anual y la elevada tasa de fracaso reproductor, son algunas de las razones por las que esta especie está catalogada como VULNERABLE en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Cantabria.
Las principales amenazas de conservación que sufrió la especie durante el siglo XX fueron la caza ilegal, actividades pesqueras y alteración del hábitat de cría. En la actualidad destaca negativamente la sobrepesca y la incidencia de las actividades pesqueras desde embarcaciones de recreo, de pesca, zodiacs y los pescadores en las zonas de cría, de tal forma que algunos ejemplares pueden engancharse en redes a la deriva o sedales e ingerir anzuelos y plásticos, entre otras afecciones.
Equipo del Guías del Centro de Interpretación del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel