Duración ruta:4 horas
Duración total actividad: 4:15 horas
Dificultad: Media
Desnivel: 350m
Distancia horizontal: 8.5 km
Tipo de recorrido: Circular
Tipo de firme: Sendero
Aforo de la actividad sujeto a posibles restricciones por el COVID-19. Con la actualización semanal del semáforo COVID-19 del Gobierno de Cantabria es posible que esta actividad vea su aforo reducido por posible un aumento de la incidencia del virus en el municipio en el que se desarrolla. En ese caso tendremos que dar de baja a las últimas personas inscritas.
Recorrido circular que partiendo de la población de San Pelayo, serpenteará por antiguas veredas que antaño eran vía de comunicación de los numerosos pueblos y barrios que en nuestro avanzar recorreremos, de los que aun hoy es posible observar vestigios en forma de firme empedrado y muros de piedra flanqueándolos.
Recorreremos terrenos del espacio natural protegido, perteneciente a la Red Natura 2000, ZEC fluvial Río Deva, hogar de especies emblemáticas como la nutria (Lutra lutra), el salmón (Salmo salar), o el Cangrejo de río (Astropotamobius pallipes) entre otros. Y entre los ecosistemas por los que nos moveremos destacan los bosques aluviales de Alnus glutinosa y Fraxinus excelsior o los encinares de Quercus ilex y Quercus rotundifolia.
Uno de nuestros principales objetivos serán los prados de Marcuendes, un entorno de gran valor paisajístico y sobre todo etnográfico y cultural, antaño cultivado de diversos cereales y hoy día sustento de cabañas ganaderas en régimen semi-extensivo, que nos muestran los progresivos cambios que esta comarca de Liébana ha sufrido en épocas recientes.
Parte importante del patrimonio etnográfico de esta zona, se reflejará en el tramo del camino Lebaniego que recorreremos durante la ruta, siendo así testigos de los innumerables pasos de los peregrinos que se dirigían por el camino “Vadiniense” hasta el cercano monasterio de Santo Toribio.
Importantes serán también las panorámicas del macizo de Ándara, en el Parque Nacional Picos de Europa, que en determinado punto parecerá estar al alcance de nuestra mano, resaltando la enorme diferencia de paisajes y orografías, más agrestes en Ándara, con respecto a los que disfrutaremos en la comarca de Liébana. Pudiendo constatar fácilmente la frontera entre el “país de la caliza” y los prados y bosque de Liébana.