Duración aproximada: 5:30 h..
Desnivel acumulado: 900 m
Distancia: 10 Km
Tipo de firme: sendero y pista forestal
Dificultad: Media
Iniciamos en el solano pueblo de Toranzo ascendiendo junto a las ruinas de la ermita de San Roque. Pronto abandonamos la pista principal para continuar el ascenso por senderos recientemente recuperados por la cuadrilla de Naturea. Pasaremos junto a la restaurada ermita de San Pedro y alcanzaremos el Corral de Vivero, antigua zona de semillero de robles albares de gran calidad. A las faldas de la peña Sodanga, que da nombre a la ruta y a la que la gente del pueblo se refiere como “La Peña”, alcanzaremos parajes de gran belleza como la campera de Los Hoyos, la braña de Palmedián y la choza y fuente de Llanvalentín.
Sus vistas representan uno de los mayores atractivos, con multitud de panorámicas de la comarca de Liébana y de Los Picos de Europa, representando un conjunto de paisajes protegidos que forman parte de la Red Natura 2000, englobando zonas de especial conservación como las ZEPAS de Liébana, el ZEC del Río Deva o el Parque Nacional, espacios que albergan una importante biodiversidad. A lo largo del recorrido serán varios los puntos que nos permitirán asomarnos a contemplar las vistas panorámicas tanto hacia el valle de Cereceda como hacia el valle de Camaleño.
Algunas de estas especies están protegidas y amenazadas, como el águila real, que sobrevuela estos cielos, el oso pardo y el urogallo. Así como también otras especies cinegéticas como el ciervo o el corzo que habitan estos bosques. La ruta transcurre mayoritariamente por un frondoso robledal, que destaca por su limpieza, fruto de la actividad ganadera de caprino que perdura en la zona.
El punto culminante de la ruta nos lleva a los vestigios de antiguas civilizaciones que habitaron estas tierras, mediante el recuerdo de un conjunto de formaciones megalíticas en Palmedián que perduran en la zona.