Duración: 3:30 horas
Dificultad: Baja
Desnivel : 232 m
Distancia horizontal: 6 km
Tipo de recorrido: Circular
Tipo de firme: Senderos y pistas forestales
Como ya hemos apuntado en otras ocasiones, el Espacio Protegido que forma el río Ebro (Zona de Especial Conservación) tiene unos ambientes muy diferenciados en todo su recorrido. En esta ocasión, la ruta propuesta recorre el tramo medio del río, aguas debajo de la presa del embalse.
El Ebro presenta aquí una tipología concordante con la del tramo medio-bajo de cualquier río cantábrico. Abandonado ya el valle de Campoo, el río pierde altitud y se rodea del bosque de ribera típico de alisos y chopos, uno de los hábitats presentes en la Directiva. La anchura del cauce ronda los 30 metros, con poca profundidad, pero que presenta una serie de pozas de inestimable valor para especies como la trucha común. Limos, gravas y arenas con cantos, ocupan las orillas y son producto de las avenidas controladas por las sueltas de agua del embalse que, como norma general, suelen producirse en el mes de junio. La huella de la gestión del agua es inapreciable en la mayor parte del tramo, ya que el estado ecológico del río es bastante bueno. Prueba de ello son los invertebrados ligados al medio acuático, odonatos y efímeras son abundantes entre finales de primavera y verano; y las aves especialistas, como la lavandera cascadeña, el mirlo acuático y el martín pescador dan fe de ello con su presencia.
Tras acompañar al Ebro cauce arriba un par de kilómetros, llegaremos al molino de La Renegada, en estado de semi ruina, pero en el que aún se reconocen los principales elementos: canal de derivación o cuérrago, rodetes y aliviaderos. Desde aquí comienza la ascensión hasta el pueblo de Loma Somera. A medida que subimos, el paisaje va tomando forma: es el llamado Cañón de Valdeprado, que se desarrolla de norte a sur, entre la presa del embalse y el farallón calizo del Páramo de La Lora, en el valle de Valderredible. Estas laderas presentan una joven regeneración de rebollar, aunque junto al camino en la subida veremos destacados ejemplares centenarios. El punto más elevado de la ruta es el pueblo de Loma Somera, rehabilitado integralmente hace unos años, conserva elementos de la arquitectura tradicional, calles empedradas y fuentes. Aquí nos acercamos a observar La Piruta, una cagiga centenaria incluida en el Inventario Abierto de Árboles Singulares de Cantabria, que destaca por los 10 metros de perímetro en su base. El regreso al punto de inicio se realiza por un sendero, ladera abajo, en una zona rica en orquídeas.