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Duración: 5 horas
Desnivel acumulado: 445 m
Distancia: 10 Km
Tipo de recorrido: circular
Tipo de firme: Sendero y pista forestal
Dificultad: Media
Aforo de la actividad sujeto a posibles restricciones por el COVID-19. Con la actualización semanal del semáforo COVID-19 del Gobierno de Cantabria es posible que esta actividad vea su aforo reducido por posible un aumento de la incidencia del virus en el municipio en el que se desarrolla. En ese caso tendremos que dar de baja a las últimas personas inscritas.
Este recorrido combina al menos tres aspectos muy relevantes en la configuración del espacio de la cabecera del valle del Miera. En primer lugar supone la posibilidad de contemplar el modo en que se organiza el espacio agrario de la pasieguería. Destaca especialmente el ingente patrimonio construido ligado a la secular actividad ganadera: cabañas, bodegos, cuvíos, y todos los elementos de articulación del espacio interior de la ladera, entre los que llaman particularmente la atención los muretes de piedra que cierran y delimitan cada finca. Un segundo aspecto a destacar es el relieve, conformado por una dinámica geomorfológica muy viva, de carácter kárstico, sobre los materiales calizos del sustrato. Tanto en el valle del Miera como en el Macizo del Alto Asón que lo delimita de manera abrupta, se generalizan los relieves agrestes y las formas de karstificación más intensas. El lapiaz acompaña buena parte del recorrido, en el tramo que discurre por el interior del hayedo de La Zamina, o de Haza Mina como dicen en ocasiones en La Pedrosa. Aquí se encuentra precisamente el tercero de los valores relevantes de este recorrido, el bosque de hayas, una formación cuando menos curiosa, por las condiciones límite en que se desarrolla, sobre un sustrato calcáreo en el que apenas hay un desarrollo edáfico suficiente. Las arcillas de descalcificación de la caliza rellenan grietas y fisuras y constituyen el único sustento para el arraigo de los árboles, que alcanzan portes francamente notables en las zonas más abiertas, donde la competencia por la luz no es excesiva. El recorrido circular parte del barrio de La Concha, en San Roque de Riomiera. El primer tramo en ascenso recorre la ladera de cabañas del barrio del Ahorcado, para alcanzar, si se desea, la divisoria con el Pisueña, e introducirse después en el hayedo por un sendero amplio labrado sobre la roca de modo magistral. El retorno se realiza a través de un nuevo cabañal, por un sendero de herradura abierto en el pastizal. En total se realiza con comodidad en unas cuatro horas, y no presenta ninguna dificultad, más que la que enmarcan el desnivel y la longitud del itinerario, algo más de nueve kilómetros. Cualquier época del año es adecuada para llevar a cabo esta ruta, siempre que se eviten los días lluviosos, porque la niebla suele aferrarse con frecuencia a estas laderas del valle.