Duración: 4 horas aprox.
Desnivel acumulado: 258 m
Distancia: 7,60 km
Tipo de recorrido: Circular
Tipo de firme: Pistas forestales y senderos
Dificultad: Media. El barro y la lluvia en días previos puede incrementar la dificultad de esta ruta. Hay algún tramo corto de fuerte pendiente por lo que se recomienda el uso de bastones.
Monte Corona es la denominación que recibe un conjunto de montes en los términos municipales de Udías, Comillas y Valdáliga y fue un amplio cajigal que ocupó buena parte de la mitad meridional del actual Parque Natural.
Las especies caducifolias ocupan ahora las zonas más bajas, junto a las canales que definen los sucesivos arroyos que drenan el monte. A la cajiga (Quercus robur) acompaña en ocasiones el haya (Fagus sylvatica), en su localización más próxima a la costa de todo este sector, que incluso se erige dominante en algunos rodales de condiciones ambientales favorables. Acompañando a estas dos especies dominantes, aparecen en el sotobosque otras especies como el abundante acebo (Ilex aquifolium) bajo la copa de los grandes árboles del dosel superior, así como otras especies acompañantes que se distribuyen próximas a los claros, como son el sauce (Salix atrocinerea), el arraclán (Frangula alnus), el peral silvestre (Pyrus cordata), el avellano (Corylus avellana), el majuelo (Crataegus monogyna) y el manzano silvestre (Malus sylvestris). Actualmente, debido a la reducida carga ganadera que soporta, el bosque experimenta una importante regeneración del arbolado, particularmente de hayas.
A esas formaciones autóctonas y ampliamente explotadas en el pasado se han sumado repoblaciones de gran entidad. Entre 1942 y los primeros años setenta la mayor parte de las plantaciones realizadas en este monte fueron efectuadas con especies alóctonas, principalmente eucalipto (Eucalyptus globulus) o pino (Pinus radiata), y de forma experimental, a modo de ensayo y por tanto en parcelas más reducidas, con roble americano (Quercus rubra), castaño japonés (Castanea crenata), o abeto de Douglas (Pseudotsuga menziesii); también en estrechas bandas junto a las pistas forestales aparecen alerces (Larix eurolepis) o abedules (Betula alba). En ese contexto se plantaron también las secuoyas (Sequoia sempervirens) del cercano monte Cabezón, considerado actualmente Monumento Natural, y localizado ya fuera de los límites del Parque.