Duración: 3-4 horas
Desnivel: variable, máximo 150 m
Distancia: variable
Tipo de recorrido: lineal
Tipo de firme: alta montaña
Dificultad: Baja
Nuestra clásica ruta temática de botánica de montaña le toma el pulso a las siempre cambiantes condiciones del macizo de Castro Valnera, descubriendo uno de los valores más valiosos y poco conocidos del mundo pasiego. Muy por encima de los prados y zonas humanizadas crece una flora de indudable interés, testigo de otro tiempo. Las diferentes especies de la montaña valnerana se alzan como crónica callada de un pasado geológico del que leeremos las huellas más evidentes, pero también aquellas que esconden humildes flores que se refugiaron en las zonas más abruptas.
Exploramos el bosque en miniatura que, no creciendo más de 50 cm, se defiende de las inclemencias meteorológicas adaptándose y creando herramientas únicas que faciliten la dura vida en estos agrestes parajes. Siguiendo la estrecha senda, a paso tranquilo, también aprenderemos como tomar algunas imágenes de nuestras flores más apreciadas, incluso con nuestro teléfono móvil. Nos acompañará una banda sonora muy particular, la de las pequeñas aves que, simulando ser paracaidistas, cantan ajenas a nuestra presencia.
Intentaremos encontrar algunas de las joyas más preciadas de la zona; algunos endemismos en forma de gencianas de pequeño tamaño, y otras coronadas de pétalos rosas en forma de cruz. Especies que en todo el planeta sólo crecen aquí, o en las inmediaciones, haciendo aún más valiosos los montes de Valnera, incluidos en esta Zona de Especial Conservación que es la «Montaña Oriental cántabra» visitada desde hace siglos por botánicos y naturalistas de toda Europa.
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