Aforo de la actividad sujeto a posibles restricciones por el COVID-19. Con la actualización semanal del semáforo COVID-19 del Gobierno de Cantabria es posible que esta actividad vea su aforo reducido por posible un aumento de la incidencia del virus en el municipio en el que se desarrolla. En ese caso tendremos que dar de baja a las últimas personas inscritas. Semáforo COVID-19 https://biweb.scsalud.es/extensions/incidencia/incidencia.html
NO TE OLVIDES LA MASCARILLA: Siguiendo la normativa de prevención del COVID-19 la mascarilla será obligatoria siempre y cuando no se pueda respetar 1,5m. de distancia. El guía tiene la potestad de decidir sobre el uso de la mascarilla cuando considere que no se mantiene la distancia de seguridad.
Duración: 3,30 horas
Desnivel acumulado: 100 m
Distancia: 6,54 Km
Tipo de recorrido: Circular
Tipo de firme: Sendero
Dificultad: Baja. La ruta tiene un tramo de fuerte bajada con piedras sueltas, lo que deberá ser tenido en cuenta por personas poco habituadas a caminar o con problemas articulares.
La ruta recorre la Sierra Plana de Jerra, en la ZEC Rías occidentales y Duna de Oyambre, en el término municipal de Val de San Vicente. Las sierras planas o rasas litorales constituyen una formación característica del occidente de Cantabria. Formadas hace 480 millones de años durante el Paleozoico a partir de una antigua plataforma de abrasión marina, constituyen las rocas más antiguas de Cantabria.
En un escenario muy antropizado con plantaciones de eucalipto (Eucalyptus globulus), pino marítimo (Pinus pinaster) y pino de California (Pinus radiata), estos últimos fuertemente afectados por la procesionaria, destacan los encinares de Quercus ilex y Quercus rotundifolia junto con pequeñas formaciones de madroño (Arbutus unedo), laurel (Laurus nobilis) y melojo (Quercus pyrenaica) posibles a la naturaleza caliza del suelo.
Los suelos pobres en nutrientes constituyen la base sobre la que crecen formaciones de brezo (Erica vagans), asociados a tojo (Ulex europaeus), donde también es frecuente la carrasquilla azul (Litthodora difsusa) y la genista (Genista hispánica) que actúa de imán para polinizadores, abejas (Apis melífera), mariposas como la Vanesa atalanta, la limonera (Gonepteryx rhamni), avispas (Vespa sp.), que a su vez atraen a numerosos paseriformes, tarabillas (Saxicola torquatus), carboneros (Parus major), herrerillos (Cyanistes caeruleus), petirrojos (Erithacus rubecula)… son habituales en el recorrido, donde también son frecuentes las rapaces, ratonero (Buteo buteo) común, milano real (Milvus milvus), incluso algún alimoche (Neophron percnopterus) durante el verano.
La sierra actúa como mirador natural sobre el estuario del Río Nansa. La piscifactoría de Tina Menor situada en la desembocadura fue pionera en España, con más de 40 años de experiencia en acuicultura marina de crianza, actualmente cultivan dorada (Sparus aurata), lubina (Dicentrarchus labrax) y ostras (Ostrea edulis).
Agradecimientos: Galería de Fotos de Antonio Pérez Rodriguez