Duración: 5:30 horas
Desnivel: 660 m
Distancia: 12,7 Km
Tipo de recorrido: circular
Tipo de firme: Sendero y pista forestal
Dificultad: Media
Esta segunda etapa de la ruta enlaza los pueblos de la zona más alta del valle de Polaciones, en las estribaciones de Peña Sagra, atravesando zonas forestales de cierta entidad. Discurre en su totalidad por la Zona de Especial Conservación Valles altos del Saja y Nansa y Alto Campoo y en parte por la Zona de Especial Protección de Aves de las Sierras del Cordel y cabeceras del Saja y Nansa, integradas en la Red Natura 2000.
Partiendo desde la Ermita de la Luz en Pejanda nos dirigimos unos pocos metros por la carretera en dirección a Piedrasluengas para adentrarnos en el monte de Somosierra por el primer camino que sale a la derecha donde un majestuoso bosque maduro de hayas nos da la bienvenida. Representante por excelencia del bosque atlántico y característico de estas latitudes, los hayedos son bosques dominantes de aspecto umbrío donde el pito negro (Dryocopus martius) nos deja su firma en muchos de los árboles más maduros.
Ya en Belmonte podemos observar diversos elementos del patrimonio de esta localidad dividido en dos barrios donde destacan las solanas de madera, su caserío, la fragua, el abrevadero y la iglesia de Santa María Magdalena con su fresno.
Desde Belmonte nos dirigimos al camino de Llan de la Peña y el recorrido cambia de protector, siendo ahora el robledal el que nos da sombra y cobijo. Encontramos bosques dominados por el tocio (Quercus pyrenaica), con sotobosque de brezos y árgomas acompañados de algún que otro espino albar (Crataegus monogyna), que dan cobijo a la fauna del territorio. Jabalíes, ciervos o el emblemático oso pardo cantábrico (Ursus arctos arctos) merodean por estos bosques, además de muchas especies de aves forestales como los trepadores, agateadores, carboneros y picamaderos.
El itinerario va recorriendo zonas de robledal y hayedo hasta aproximarnos a la localidad de Cotillos donde los prados de siega y diente son los protagonistas del paisaje. La ganadería mayor es la que modela estos espacios siendo vigilada desde lo alto por águilas ratoneras en sus vuelos mientras buscan algún roedor que cazar entre los pastos.
Cotillos, con sus 1143 m de altitud sobre el nivel del mar, es uno de los pueblos más altos de la región y haciendo gala de dicho título nos muestra una de las mejores panorámicas del Valle de Polaciones. En la Ermita de San Miguel, situada en una colina a la entrada del pueblo, podemos hacer una parada y admirar Peña Labra, el Pico Tres Mares o La Sierra del Cordel. Detrás de ella se toma un sendero que baja a la carretera de Piedrasluengas y nada más cruzarla se continúa el camino por la ladera de una colina que nos conduce a Santa Eulalia que se trata de la primera población datada del valle.
Desde Santa Eulalia comenzamos el ascenso hacia Los Collaíllos por el Monte de la Braña atravesando un hayedo bien conservado y maduro. Desde su punto más alto disfrutamos de increíbles vistas de todo el Valle de Polaciones. En la bajada hacia Pejanda, a la altura de Lombraña, encontramos las ruinas de un chorco o corral de los lobos. Se trata de una ingeniosa construcción antigua que utilizaban para atrapar a los lobos que acechaban el lugar. Aquí merece la pena hacer una pequeña parada, antes de tomar la pista forestal que nos devuelve al pueblo de Pejanda.