Duración: 4 horas
Dificultad: Baja
Desnivel: 220 m
Desnivel acumulado: 460 m
Distancia horizontal: 9 km
Tipo de recorrido: Circular
Tipo de firme: Sendero camino y carretera
Aforo de la actividad sujeto a posibles restricciones por el COVID-19. Con la actualización semanal del semáforo COVID-19 del Gobierno de Cantabria es posible que esta actividad vea su aforo reducido por posible un aumento de la incidencia del virus en el municipio en el que se desarrolla. En ese caso tendremos que dar de baja a las últimas personas inscritas.
Esta ruta remonta un tramo del Río Gándara, afluente del Río Asón, por medio de caminos y pistas, algunos de los cuales unían pueblos del Valle de Soba.
Partimos del Ayuntamiento de Soba, situado en el pueblo de Veguilla, siguiendo la carretera dirección Ramales de la Victoria para desviarnos a la derecha unos metros más adelante hacia una pista de grava que se convertirá en sendero. Esta nos conducirá a lo largo de un paisaje profundamente transformado por el ser humano, observando alternancia de pastizal y bosque mixto caducifolio, predominando el roble o cagiga (Quercus robur) acompañado de otras especies como el castaño (Castanea sativa), el cornejo (Cornus sanguinea), el fresno (Fraxinus excelsior), el acebo (Ilex aquifolium) o el avellano (Corylus avellana).
Tras descender ligeramente por el sendero nos acercamos al margen del río notando el cambio de vegetación, predominando en esta zona el bosque de ribera formado por sauces (Salix atrocinerea y Salix eleagnos) acompañados de fresnos (Fraxinus excelsior), avellanos (Corylus avellana) o espino albar (Crataegus monogyna), salpicados por algún roble (Quercus robur) y por algún haya (Fagus sylvatica).
Posteriormente seguimos por un pequeño sendero que discurre muy cerca del río, y desde el cual vamos a poder contemplar varios pozos de gran tamaño. Este sendero se va ensanchando a medida que nos vamos introduciendo en un robledal centenario, en el que según cuentan las leyendas, lo habitaban seres tan extraordinarios como el Roblón. Llegados a este punto y pasado un pequeño puente, comenzamos un tramo circular en el que comenzamos pasando por un bosque caducifolio para posteriormente adentrarnos en un encinar cantábrico, dominado por la encina (Quercus ilex), desde el cual iremos a la Torre Medieval de Quintana.
Volviendo por nuestros pasos hasta el encinar, nos desviaremos por un sendero que nos llevará hasta alcanzar la conocida como Cabaña de Irías, desde la que cogeremos una pista forestal que atraviesa un bosque caducifolio hasta llegar a un paraje de brezal atlántico. Estas formaciones albergan una alta diversidad de especies, y están compuestos por distintos tipos de brezo (Erica vagans, Erica cinerea o Daboecia cantabrica), brecina (Calluna vulgaris) y arguma (Ulex galli).
Por último, descendemos por un camino que nos conducirá a través de una masa boscosa mixta a una zona de pastizal hasta alcanzar la parada de autobús situada metros antes del Ayuntamiento de Veguilla, donde finalizaremos esta ruta.