Aforo de la actividad sujeta a posibles restricciones por el COVID-19. Con la actualización semanal del semáforo COVID-19 del Gobierno de Cantabria es posible que esta actividad vea su aforo reducido por posible un aumento de la incidencia del virus en el municipio en el que se desarrolla. En ese caso tendremos que dar de baja a las últimas personas inscritas. Semáforo COVID-19 https://biweb.scsalud.es/extensions/incidencia/incidencia.html
Duración: 3:30 horas
Desnivel: 230 m
Distancia: 6 Km
Tipo de recorrido: circular
Tipo de firme: Sendero, pista y braña
Dificultad: Baja
Esta ruta comienza y termina en el pueblo de Monegro, en la margen norte del Embalse del Ebro. Este humedal de origen artificial se incluye en la Red Natura 2000, gracias a la aplicación de la Directivas Aves y Hábitats, relativas a la conservación de especies en el ámbito europeo. En concreto, la población de cigüeña blanca, las concentraciones invernales de anátidas (de varios miles de ejemplares) y las parejas residentes y nidificantes de somormujo lavanco, han motivado la declaración de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Por otro lado, la presencia de fauna como la nutria, de peces adscritos a cauces mediterráneos (la madrilla, la bermejuela), y de diversos hábitats y ecosistemas que se desarrollan en las orillas del río o del embalse, justifican la declaración de Zona de Especial Conservación.
En esta ocasión la ruta recorre la parte central del entorno del Embalse y el monte que lo delimita al norte, con un trazado muy claro entre las localidades de Monegro y Quintana. Atraviesa después el Campo Las Espinas, donde se encuentra la ermita que da nombre a la ruta. El retorno se inicia ya en la parte baja a través de un viejo camino recuperado. Nos detendremos en los robledales que cubren esta ladera solana, hablando de las comunidades vegetales que generan en función del grado de alteración que presenten. También pondremos especial atención en detectar alguno de los pícidos que aquí habitan, taladrando los troncos de los robles más viejos o enfermos, en busca de insectos xilófagos. En este robledal se han visto pico mediano y picapinos. Desde Quintana otearemos la antigua llanura de inundación y sedimentación que hoy ocupa el embalse y que tiene una extensión de más de 6.200 hectáreas, y que se aprecia aquí de este a oeste en prácticamente todo su desarrollo. Desde este mirador se reconocen las peñas calizas de La Lastra, las arenas de las playas de Arija, objeto de extracción minera al menos desde 1906 y la presa del embalse, en el pueblo de Arroyo.
En última instancia, no se puede visitar el entorno del embalse, sin hablar de su origen y aprovechamientos. Al cruzar el arroyo Proncío veremos las instalaciones del túnel del Bitrasvase y Autovía del Agua, que conecta este pantano con el cercano de Alsa, en 4 kilómetros. El tramo final de la ruta atraviesa varias fincas del pueblo, y en ellas es fácil ver a la cigüeña blanca alimentándose, procedentes de los cada vez más numerosos nidos de Monegro.