La vicepresidenta y consejera de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social, Eva Díaz Tezanos, ha firmado hoy la adhesión del Gobierno de Cantabria a la Mesa de Territorios de Montaña con la que se pretende desarrollar un plan de acción para intentar revertir el problema del despoblamiento rural que sufre la Comunidad Autónoma.
Tal y como ha explicado, este protocolo de adhesión supone “un importante esfuerzo común” del Gobierno de Cantabria y de los diferentes grupos de Acción Local para promover de forma cohesionada todo tipo de iniciativas orientadas al desarrollo sostenible del medio rural, la mejora del bienestar, la calidad de vida, el entorno, la actividad y el empleo, “convirtiendo a nuestros pueblos en escenarios vivos de oportunidad, equidad y modernidad”.
El consejero de Medio Rural, Jesús Oria, ha propuesto la creación de un consejo asesor para la lucha contra el despoblamiento en los municipios de Cantabria en el que estén representadas todas las consejerías de Ejecutivo regional y que tenga funciones de asesoramiento, consulta, seguimiento y control
“Hay que buscar acciones conjuntas y consensuadas contra este problema que está desangrando el interior de nuestros pueblos”, ha enfatizado la vicepresidenta, quien ha explicado que se trata de sentar las bases y de poner en marcha “un plan de acción con compromisos que vayan más allá de lo formal, de temporalizar, de presupuestar y de que haya también un seguimiento y una evaluación.
A pesar de que “aún queda mucho por hacer”, se ha mostrado confiada en lograr buenos resultados, teniendo en cuenta las medidas que tiene previsto poner en marcha la Estrategia para hacer frente al reto demográfico 2019-2025 de Cantabria y el empeño colectivo que ha despertado este proyecto en la Comunidad Autónoma.
La Mesa de Territorios de Montaña está integrada por el Gobierno de Cantabria y los grupos de Acción Local de Liébana; Saja-Nansa; Campoo Los Valles; Asón-Agüera-Trasmiera, y los Valles Pasiegos, además de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, y recoge varios frentes de actuación que se complementan entre sí.
En concreto, conseguir un diálogo de igualdad y no discriminación por el hecho territorial; proponer una nueva normativa especificada y ajustada a la realidad del territorio; promover la innovación y digitalización del medio rural; garantizar el acceso a los servicios públicos, las infraestructuras y el conocimiento; estimular la actividad económica; priorizar las zonas de montaña en la asignación de los fondos públicos que se destinan al medio rural, y la aplicación de las estrategias de desarrollo rural participativo.
La firma de adhesión se ha celebrado en el Palacio de Soñanes de Villacarriedo en el marco de la jornada ‘El futuro de los pueblos de montaña: esbozando estrategias’, organizada por el Gobierno de Cantabria, en colaboración con El Diario Montañés, y en la que han intervenido, además de la vicepresidenta, el consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria; el alcalde de Villacarriedo, Ángel Sainz, y el presidente de Editorial Cantabria, Luis Revenga. También han asistido, entre otros, los presidentes de los cinco grupos de Acción Local, y el de la Red Cántabra de Desarrollo Rural, Pedro Gómez, así como la directora general de Universidades e Investigación, Marta Domingo.
Medidas conjuntas y consensuadas
En su intervención, Díaz Tezanos ha defendido acciones conjuntas y consensuadas para hacer frente al despoblamiento rural que impulsen el desarrollo sostenible de las zonas de montaña y ha realizado un llamamiento a la imaginación para hacer de las zonas rurales y de montaña “espacios de servicios públicos, empleo verde, nuevas energías y objetivos prioritarios de promoción con programas europeos”.
Asimismo, se ha mostrado partidaria de adoptar políticas proactivas para combatir las desigualdades, promover el empleo diverso y acrecentar la calidad de vida y los servicios de las comunidades rurales, “haciendo de la sostenibilidad su denominador común”.
La vicepresidenta ha apostado por la complicidad y el compromiso colectivo para afrontar el despoblamiento rural, “uno de los retos más importantes, inquietantes y preocupantes de los próximos años” y que, en el caso de Cantabria, ha precisado, afecta al 80% de los municipios, y en especial, a los de montaña.
Revertir el despoblamiento
Ante un problema “estructural de dimensiones universales”, Díaz Tezanos ha abogado por avanzar en la reversión del despoblamiento con medidas concretas como el impulso del transporte en las zonas rurales, la rehabilitación de viviendas, la atención y asistencia a las personas mayores y políticas de modernización y diversificación económica para fijar a la población joven en los pueblos de montaña.
Así, se ha referido a la ‘Estrategia para hacer frente al reto demográfico 2019-2025’ de la Comunidad Autónoma, y que se basa en seis ejes estratégicos transversales que involucran a las diferentes consejerías del Gobierno de Cantabria a la hora de abordar cuestiones esenciales y aplicar medidas urgentes en las zonas rurales más aisladas y a las zonas de montaña.
“No puede ser que vivir en el medio rural y en los entornos de montaña suponga unos costes y limitaciones y no tenga ningún tipo de ventaja en contrapartida”, ha dicho Díaz Tezanos, quien se ha mostrado partidaria de impulsar de manera complementaria incentivos de diversa naturaleza, políticas cohesionadas y complicidades compartidas para satisfacer déficits de distinta índole.
Creación de un consejo asesor
Por su parte, el consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, quien se ha encargado de clausurar la jornada, ha propuesto la creación de un consejo asesor para la lucha contra el despoblamiento en los municipios de Cantabria en el que estén representadas todas las consejerías de Ejecutivo regional y que tenga funciones de asesoramiento, consulta, seguimiento y control.
Este órgano sería el encargado de canalizar la participación social y la relación entre el Gobierno y otras entidades implicadas en la dinamización del medio rural con el objetivo de diseñar medidas y actuaciones destinadas a prevenir o paliar los efectos del despoblamiento.
Según ha dicho, la Cantabria rural necesita “trabajo conjunto y una visión que vincule los esfuerzos públicos y privados”, para lo que es “imprescindible” reforzar la cooperación entre administraciones locales y regionales y la iniciativa privada.
Por ello, ha apostado por adoptar medidas fiscales y financieras específicas para el medio rural e instrumentos de apoyo a emprendedores y empresas que se quieran asentar en los pueblos y valles de montaña.
Entre ellas, ha concretado una posible cuota reducida de autónomos adaptada al mundo rural, desgravaciones en el IRPF, un tipo más reducido del IVA, así como la disminución de las cotizaciones en la Seguridad Social para empresas y trabajadores que deseen instalarse.
Además, el consejero ha apuntado la necesidad de incrementar el peso porcentual del presupuesto público total destinado al medio rural con el objetivo de “rehabilitar la histórica economía circular de los pueblos de montaña”, ayudar a “recomponer los sistemas productivos locales” e incorporar “las nuevas oportunidades, tendencias y visiones emergentes de interés para las montañas”.
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