Duración: 5 horas
Desnivel acumulado: 300 m
Distancia: 9 Km
Tipo de recorrido: circular
Tipo de firme: Pista forestal, sendero y braña
Dificultad: Media
Partimos desde Abiada, ascendiendo hacia su parte más alta, el barrio de Encimabiá. El itinerario conduce por una pista que atraviesa un pastizal horadado por torrentes que se precipitan desde las cumbres del Cueto Iján, Pico Cordel y Cueto Ropero. Destaca entre ellos el arroyo del Piquillo, cuyo cauce es preciso atravesar junto a un rodal de grandes hayas. Algunos acebos acompañan inicialmente el discurrir del camino, y se van generalizando a medida que se avanza, hasta formar un denso bosquete monoespecífico, que sirve como refugio tanto para la fauna silvestre, como para el ganado. La actividad ganadera tradicional ha ido modelando el acebal y su inmediato entorno, pintando la estética de los invernales de Sopeña, introduciendo en el paisaje elementos característicos, como los cierres de piedra, que generan recodos de gran biodiversidad faunística, e infraestructuras propias del manejo ganadero, caso de las mangadas o las portillas canadienses. Se recorre el acebal hasta alcanzar el Prao Nestosa, un amplio pastizal a los pies de Brañavieja en el que con frecuencia se descubre la presencia del ciervo. El regreso se lleva a cabo por la ribera del Guares, en un cómodo descenso que ofrece como telón de fondo una generosa panorámica del valle de Campoo y del humedal que conforma el Embalse del Ebro.